lunes, 15 de marzo de 2010

Y aunque no tenga algo concreto que decir, escribo. Aunque no logre despertar las palabras que necesito, estoy sentada haciendo el esfuerzo. Hay algo que llevo dentro pero no le conozco la cara, no sé cómo se llama. Ya son varias las lunas que me ven intentando dormir. Estoy en mi cama y el sueño no quiere venir. Estoy cansada de vivir de los recuerdos, de acordarme de tu nombre, de pronunciarte. Me aburre conocerte tanto, saber cómo es todo, aceptar el final sin haber empezado. La angustia me acompaña hasta en el día: pensarte, cuestionar lo que nunca pasó, vivir de la nada. Y como ya aprendí a disimular, todo el día te puedo pensar y ni mis ganas se van a enterar. Te tengo anclado, vagabundeando en mi cabeza así como si nada. Perdiendo el tiempo. ¿A dónde quiero llegar? No confío en mi presente, no encuentro el modo. Solo puedo caminar y caminar, sin estación donde frenar, sin sentido, sin pisar. Despertar, un día más.. ¿Algo interesante se va a asomar? Y estos ojos borrachos de mirar ya no quieren parpadear, ni observar. Bendito sea el día cuando deje de pensar. Qué estúpida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario