Cuántas veces quise hacerlo bien, y pequé por hablar demasiado? No saber dónde, cómo ni cuándo..

Eres lo que más he querido en la vida, lo que más.

Tu amor transforma todo. El chocolate no es más chocolate, es una forma de decir '' te estuve pensando mucho'' cada vez que te vuelvo a ver. Los besos dejan de ser besos y se convierten en 10 centímetros por encima del nivel del suelo, flotando en el aire sin tener noción de cómo sigue el curso de lo demás. Y las miradas son encuentros de mi alma con la tuya, que se miran, se reconocen y se eligen. Si alguien me preguntara qué es un abrazo, diría con toda mi convicción que son tus brazos envolviendo mis ganas de amarte y lo lindo de hacerlo. Dormir sería tenerte acorralado, con una de mis piernas por encima de las tuyas, un brazo cruzando tu pecho y un oído pendiente del latido de tu corazón. Las sonrisas las defino como ese dibujo que se graba en mi cara cada vez que te veo llegar porque descubro que ya no falta nada para tener tu piel otra vez. Podría desplegar un diccionario, que hasta me atrevo a decir, sería un nuevo idioma; pero para poder dejar bien claro mi mensaje debería decir que la felicidad propiamente dicha pasaste a ser vos.

Hola diabetes, agujas, insulina, horarios y controles. Hola doctora personal, doctora mamá. Bienvenidos los libre de azúcar, los deditos y la panza pinchados. Bienvenida la comida de hospital.

Chau azúcar y tooodos tus amigos. Chau derrape, los sube y baja, los ''me descargo comiendo 1/2 kilo de helado''. Adiós terapia alimenticia.

Por qué?

Tanto tiempo lejos de acá me hizo volver, regresar por más. Y esta vez como casi siempre lo que me abruma, lo que me borra la sonrisa y me dibuja una nube espesa en la mente, en el camino que armaba entre tropiezo y tropiezo. Mirar para adelante y nada más, pensar que ''sí'', dar vuelta la página, reaccionar.. esta vez es para siempre y eso es lo que me hace ruido.

A mí que tengo la ansiedad multiplicada por mil, a mí que todo lo que me toca lo guardo en el estómago y lo acompaño con un buen bocado, a mí que las costumbres y las rutinas tan mala cara me provocan.

Tengo miedo, enojo, ganas de llorar, resignación, sensación de NO quiero, sensación de ''mañana me levanto y esto nunca pasó''; pero en fin, así es y con voluntad o no, me tocó.. y algo hay que hacer.