lunes, 17 de agosto de 2009


Viajaré por tu sonrisa, me hundiré con tu mirada, cuando el mundo tenga prisa, te esperaré en mis mañanas. Y cuando veas que mi sol se esconde en tus montañas, cuando entiendas que mis alas hacen nido en tus pestañas; sabré entonces si he luchado, si me he perdido, si te he encontrado. Que es mejor una mona sin su risa y con su llanto por haberlo querido tanto, que una rosa con espinas y sin encanto, por haberse quedado plantada esperando. Que antes de llorar y de desearte; de añorarte, de esquivarte; prefiero pelear, arriesgar y padecerte; prefiero morir intentando convencerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario