martes, 25 de mayo de 2010

Yo y mis nudos. Vos y tus ganas de no hablar. Yo y la máquina de mi cabeza que no para de funcionar. Vos y la distancia; vos y tu empeño de hacerme sentir culpable. Yo y mi debilidad. Vos y tu habilidad de provocar que me sienta mal. Deberíamos hablar, esto está cada vez peor y no me gusta para nada. Mezcla de momentos que me llenan de bronca y de nostalgia, de no querer perderlo todo. Porque no voy a pasar por alto que te quiero, que me importás, que me encantaba contarte mis cosas sabiendo que vos me escuchabas. Y al mismo tiempo la ira toca mi puerta y me echa en cara que vos no estás demostrando nada, que si tampoco estás perfecto nadie se ha enterado, y probablemente no vaya a pasar. Entonces no sé qué hacer, pero sé lo que va a pasar: voy a dar el brazo a torcer, por enésima vez te voy a pedir perdón y voy a intentar lograr hacerte entender que me interesa y mucho enderezar esta situación, que te tengo aprecio y no quiero alejarme por completo de vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario