domingo, 17 de enero de 2010

Siempre compro todas esas cosas que me tientan, tan imposibles, tan lejos de mí. Quiero eso: lo que más me hace daño, lo que más me haga sufrir. Sí, sí, dos de esas cosas por favor.
A ver, veamos, para ser más detallistas..
El primero damelo mujeriego y superficial. Que busque a una chica bonita, de cuerpo privilegiado. Que sea un poco ciego y que se aferre a lo que no debe tanto o más que yo. Un poco histerico, sí, la dosis justa. Que sepa la fórmula para hacerme sonreír todo el tiempo, que me de bocetos de amor a cuentagotas. Y que al mismo tiempo, sea mi amigo y me cuente sus cosas, que logre mirarme y saber lo que me pasa y lo que no. Que a pesar de todo nos confiemos nuestras vidas. Que en el fondo sepa que siempre va a ser especial para mí. Ni rubio ni morocho, un poco desprolijo y distraído, mostrándose seguro de lo que va a decir.
El segundo lo necesito ocupado, jugando un partido al que nadie sabe cuánto tiempo le pueda quedar. Enamorado casi todo el tiempo de otra, aunque a veces sus miradas vengan hacia mí. Ni feo ni buen mozo.. que sepa jugar de 5 y que de vez en cuando se tenga confianza para definir. Que se haga esperar mereciéndose mi tiempo: por su andar sincero, por dejarme las cartas en la mesa y dejar que juegue yo. También tal vez sea necesario que algo me quiera, como para que no le de lo mismo si me lastima o si no.
Que me ponga en el banco de suplentes, y cuando el partido se complique me mande a calentar. Estoy segura que, cuando me de la oportunidad va a ser muy difícil que me saque la titularidad.
Lo pago todo al contado. Cuánto me va a costar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario