jueves, 22 de julio de 2010

Antes de ser una decerebrada pienso mucho en lo que corresponde hacer. Antes de estar segura, los celos invaden cada célula, cada neurona con la que se podría decir que cuento. Y antes de estar preparada estoy a punto de colapsar, siempre tambaleando sobre la soga de la realidad. Después de hacer lo que quiero; me planteo y me re-planteo si estuve bien. Y mientras desayuno pienso en todo eso que aún me queda por hacer. Un segundo antes de dormirme esbozo la última sonrisa: un día más que viví. Antes de dar un paso adelante, cuento cuántos estoy dispuesta a dar hacia atrás. Después de vos, muy pocas cosas; pero antes seguramente muchas menos. Entre bostezo y bostezo, tres ideas fijas que definen lo que soy: aprender, ser fuerte, no dejar de luchar. Después de escribir esto, una película con mi hermana; luego, (y que el de arriba me escuche) un beso de los tuyos que paran el reloj. Mientras sigo siendo mía voy siendo parte tuya, después de cada noche una luna que se va. Antes muerta que sencilla, antes loca que aburrida. Antes nada, ahora vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario