lunes, 14 de junio de 2010

Esos días en los que sería perfecto estar fuera de mi casa, lejos muy lejos de todos esos reproches, de los rencores. Mamá que está a punto caramelo de salirse de sus casillas, pero se contiene porque no quiere escucharlo a papá, que seguramente le echará la culpa, dirá algunos insultos y se pondrá el traje de víctima. Mis hermanas que se quejan, mi sobrino que se siente mal. Y yo que miro para otro lado, enfocándome en lo que me pasa a mí. En fin, hablamos poco y todos queremos tener la razón. Y si bien elegiría esta familia todas las veces, me duele sentir que no se puede hacer nada, que hay q acostumbrarse a que todo sea así. Cada familia es un mundo, nada más para decir.

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