jueves, 28 de octubre de 2010

A veces me pasa que me molesta sentir como siento. Enojarme por las cosas que me enojo, sentir rabia, al extremo por situaciones infantiles y hasta ridículas. Me molesta tanto, me enfrenta a esa parte tan inmadura de mí que sale a la luz frecuentemente, dejando ver que todavía quedan terrenos pantanosos en el alma que mejor no pisar.
Por qué me cuesta tanto creer ciegamente en las personas que no dejan de demostrarme que lo último que quieren es desilusionarme, debe venir en mi sangre (y otra vez poniendo la excusa para seguir igual)

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